Reporte Imponderable

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domingo, 23 de mayo de 2010

¿Cuántos locos somos?


Mil millones de personas sufren en todo el mundo enfermedades mentales y trastornos neurológicos, según un informe divulgado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El informe Trastornos neurológicos: retos para la salud pública, presentado en el año de 2007, señala que estos padecimientos afectan a uno de cada seis habitantes del planeta. El envejecimiento de la población, el estrés, los malos hábitos en el estilo de vida e incluso la alimentación, son factores que incrementan la incidencia de estas enfermedades. La OMS destaca que el difícil acceso a un tratamiento adecuado para estos trastornos es uno de los obstáculos que se enfrentan para hacer descender el número de enfermos y advierte que la discriminación y la estigmatización de estas enfermedades es un impedimento para su cura.
La cuestión se hace difícil de resolver debido a que el funcionamiento de la mente está tan estrechamente relacionado con el del cuerpo. Cada uno tiene efectos decisivos sobre el otro. Los trastornos mentales son muy complejos y cada paciente es diferente. Por eso, el médico que está familiarizado con el paciente generalmente puede recomendar el tratamiento que es mejor para el paciente. Si el paciente no está satisfecho, tal vez el médico pueda ayudarlo a hallar otros especialistas.
Las enfermedades más comunes es nuestra ciudad son:
Depresión
La tristeza es una emoción natural del humano sin embargo cuando esta causa problemas en la rutina o con las personas que nos rodean puede tratarse de depresión, esta se da en diferentes niveles como los episodios depresivos, distimia y depresión severa, los síntomas son los mismos en todos los niveles pero se diferencian por la duración e intensidad de estos.
Síntomas
Cambio súbito del estado de ánimo y la conducta. De dócil, amable y amistoso a furioso, agresivo y apático. Esto causa problemas con las personas con las que se convive ya sea familia, compañeros de trabajo o amigos.
Aislamiento social. La persona se aparta de sus amigos. O puede que estos se aparten de él cuando perciben su desagradable cambio de actitud y comportamiento.
Disminución del interés en casi todas las actividades. El individuo se muestra excepcionalmente pasivo. Las aficiones que hasta hace poco consideraba fascinantes, ahora le parecen aburridas, puede dejar los hobbies, trabajo, escuela, etc.
Cambio notable en los hábitos alimentarios. Muchos expertos opinan que trastornos como la anorexia, la bulimia y la sobreingesta compulsiva suelen coexistir con la depresión (y a veces pueden ser provocados por ella).
Trastornos del sueño. El paciente padece insomnio o hipersomnio. Algunos sufren alteraciones del sueño: pasan la noche en vela y duermen todo el día.
Disminución del rendimiento escolar o laboral. Al adolescente deprimido le cuesta llevarse bien con los maestros y los compañeros, y sus calificaciones empeoran por momentos. Al poco tiempo ya no quiere ir a la escuela. En el caso de un adulto este comienza a faltar o llegar tarde al trabajo.
Conducta peligrosa o autodestructiva. Los comportamientos que tratan de ‘burlar a la muerte’ pueden ser signos de que la persona no tiene muchos deseos de vivir. La automutilación (por ejemplo, la acción de practicarse cortes) también puede sugerir lo mismo.
Sentimientos injustificados de inutilidad o de culpa. Se vuelve sumamente autocrítico y se considera un completo fracaso, aunque la realidad tal vez indique lo contrario.
Problemas psicosomáticos. Los dolores de cabeza, de estómago, de espalda y otros trastornos similares pueden apuntar a una depresión subyacente si no se descubre ninguna causa física.
Ideas recurrentes de muerte y suicidio. Pensar demasiado en temas morbosos puede ser señal de depresión. Lo mismo es cierto de las amenazas de suicidio pero no siempre los pensamientos son me quiero matar pueden ser me quiero morir, me voy a dejar morir o voy a morirme ya que algunas personas piensan que si la muerte no la cusan ellos mismos su padecimiento no están grave.
Distimia

Se define como un trastorno afectivo y se caracteriza por cambios involuntarios del estado de ánimo, tristeza profunda y pérdida de interés o placer que ocasiona alguna alteración significativa en la persona que la padece. Los síntomas perduran durante al menos dos semanas y están presentes la mayor parte del día.


Depresión severa
Enfermedad que debe atenderserápido. Sus síntomas incluyen humor deprimido, disminución en el nivel de energía y en el interés por la vida, molestias físicas, cambios en los patrones de alimentación y sueño; además de pensamiento y movimientos tanto lentos como agitados. A diferencia de los sentimientos normales y pasajeros de tristeza, pérdida y duelo, la depresión severa puede durar semanas, meses o años si no se trata adecuadamente. (Gaceta Biomédicas, Instituto de Investigaciones Biomédicas UNAM).
Son muy pocos los casos que requieren tratamiento radical. Sin embargo, cuando hay depresión grave, por lo general se recomienda obtener la ayuda de profesionales adiestrados.
Por lo menos una de cada cuatro mujeres y el 10 por ciento de los hombres sufrirán un episodio de depresión en algún punto de su vida.
Algunos investigadores creen que las depresiones severas se deben a algún defecto físico en el cuerpo (aunque sean precipitadas por algún suceso angustioso) —un desequilibrio bioquímico en el cerebro— y por lo tanto consideran vital el medicamento para corregir este desequilibrio. Otros sostienen que el trastorno se debe al modo defectuoso de pensar, que la mente crea el desequilibrio y por lo tanto ésta puede rectificarlo. Estos creen que hay que corregir la mente por sicoterapia, “terapia de conversación.” Hay algo de verdad en ambos métodos, pero ni uno ni el otro tiene la solución completa
Cuando la diagnosis es depresión grave, una recomendación que se hace es la sicoterapia o “terapia de conversación.” Puesto que la persona deprimida generalmente tiene ideas muy perturbadas, muchos enfermos han recibido ayuda al hablar con una persona que está dedicada a la terapéutica. Entre tales profesionales pueden estar siquiatras, sicólogos, asistentes sociales y otros que han recibido instrucción especial.
Armand DiMele, director del Centro para Sicoterapia, hizo el siguiente comentario: “La persona deprimida procura protegerse mediante el cierre de su mente y cuerpo y negarse a aceptar estímulo alguno. Por ejemplo, cuando alguien sufre una pérdida, como en el caso deTodas estas drogas pueden tener efectos secundarios desagradables. Frecuentemente, se prueban varias drogas hasta que se encuentra la que sea “la apropiada.” Si los inhibidores MAO se combinan con ciertos alimentos, tales como los quesos añejados, la cerveza, los vinos y los hígados de gallina, pueden producir una reacción letal. Por eso, es preciso que toda droga se emplee bajo la supervisión cuidadosa de un médico bien informado.
Sin embargo siempre se recomienda que el tratamiento sea una combinación de medicamento y terapia.
Trastorno bipolar
Datos del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente”, señalan que cerca del 1.6 % de los mexicanos padecen trastorno bipolar y, la mayoría, aún no lo saben. Es un padecimiento mental crónico que requiere también llamado maniaco-depresivo, caracterizado por alteraciones del estado de ánimo. Se distingue por periodos de euforia que se les conoce como manía y otros de depresión.
En el periodo de compulsión o manía los síntomas son:
Elevación del estado de ánimo persistente e inexplicable
Energía elevada y esfuerzos enfocados a algunas actividades
Agitación y no poder estarse quieto
Pensamientos asiduos, saltar de una idea a otra
Habla rápida o presión para seguir hablando
Problemas de concentración
Disminuida necesidad de dormir
Demasiada confianza o autoestima muy elevada
Falta de juicio, que con frecuencia se relaciona a gastos excesivos o indiscreciones sexuales
Existe un mayor riesgo de padecer trastorno bipolar entre quienes tienen antecedentes familiares de este mal. Debe tenerse en cuenta que no basta la presencia de un solo síntoma para diagnosticar depresión o trastorno bipolar. Normalmente, lo que conduce al diagnóstico es un cúmulo de síntomas manifestados a lo largo de un período de tiempo.
Esquizofrenia
Aproximadamente un millón de personas en México viven con esquizofrenia, un trastorno mental en el que el enfermo difícilmente puede diferenciar entre experiencias reales e irreales. Su percepción puede distorsionarse y ocasionar que escuche y vea cosas que de hecho no están ahí: no puede pensar de manera lógica, sus pensamientos parecieran estar mezclados o cambiar bruscamente de un tema a otro. Si bien no se ha encontrado una cura definitiva, los tratamientos modernos permiten que las personas con esquizofrenia lleven vidas independientes y satisfactorias.
Síntomas positivos
Alucinaciones Son percepciones que tienen lugar sin que haya una causa en el mundo real. Aunque pueden producirse a través de cualquiera de los sentidos (sonido, vista, tacto, gusto y olfato), la forma más común de alucinación en la esquizofrenia es oír voces. Las voces pueden describir las actividades del paciente, entablar una conversación, advertir de peligros e incluso emitir órdenes.
Delirios Los delirios son creencias personales irracionales, sostenidas a pesar de la evidencia en contra, inexplicables con los antecedentes culturales de la persona. Los pacientes que sufren síntomas de tipo paranoico a menudo tienen delirios de persecución, o creencias irracionales de que se les está estafando, acosando, envenenando o conspirando en su contra. También pueden producirse delirios de grandeza, en los que las personas creen que son figuras importantes o famosas. Algunos pacientes cuentan delirios estrafalarios, tales como la creencia de que un vecino controla su conducta mediante ondas magnéticas; que las personas que aparecen en televisión les dirigen mensajes especiales; o que sus pensamientos están siendo emitidos en voz alta a los demás.
Pensamientos desordenados La esquizofrenia afecta a menudo a la capacidad de las personas para “pensar con claridad.” Los pensamientos pueden aparecer y desaparecer rápidamente; la persona podría no ser capaz de concentrarse en un solo pensamiento durante mucho tiempo y se distrae fácilmente, incapaz de centrar su atención. Las personas con esquizofrenia pueden no ser capaces de decidir lo que es pertinente o no en una situación. Podrían ser incapaces de relacionar sus pensamientos en orden lógico, ya que sus ideas están desorganizadas y fragmentadas. Esta falta de continuidad del pensamiento, llamada “trastorno del pensamiento,” puede dificultar las conversaciones y llevar al aislamiento social. Si lo que dice el individuo carece de sentido para las demás personas, éstas tienden a sentirse incómodas y a dejarle solo.
Agitación Los pacientes esquizofrénicos están a menudo muy agitados, especialmente durante los episodios agudos de la enfermedad.
Sistemas negativos
Alogia: Se refiere al empobrecimiento del pensamiento y de la cognición. Se manifiesta a través de: Pobreza del l
enguaje: restricción de la cantidad del lenguaje espontáneo, las respuestas son breves y raramente hay información adicional, Pobreza del contenido del lenguaje: aunque las respuestas son largas, el contenido es pobre. El lenguaje es vago repetitivo y estereotipado, bloqueo: interrupción del lenguaje antes de que un pensamiento o idea haya sido completado. Después de un periodo de silencio que puede durar unos segundos no puede recordar lo que estaba diciendo o lo que quería decir, Latencia de respuesta incrementada: el paciente tarda más tiempo de lo normal en responder a la pregunta.
Retraimiento social o Anhedonia es la dificultad para experimentar interés o placer por las cosas que antes le gustaba hacer o por las actividades normalmente consideradas placenteras: tiene pocos o ningún hobbies, tienden a mostrar un decremento de la actividad e interés sexual en función de lo que tendría ser normal según la edad y estado del mismo, puede mostrar incapacidad para crear relaciones próximas e intimas apropiadas para su edad, sexo y estado familiar, Relaciones con amigos y semejantes
restringidas.
Hacen poco o ningún esfuerzo para desarrollar dichas relaciones
Apatía es la falta de interés. A diferencia de la falta de energía de la depresión, en la esquizofrenia es relativamente crónica y normalmente no está acompañado de una afectividad triste. se manifiesta en: Problemas con el aseo y la higiene, Falta de persistencia en el trabajo, escuela o cualquier otra tarea, Sentimiento de cansancio, lentitud, Propensión al agotamiento físico y mental.
Insensibilidad emocional Se manifiesta como un empobrecimiento de la expresión de emociones y sentimientos, disminuye la capacidad emocional; se manifiesta en aspectos del comportamiento como: Expresión facial inmutable: la cara parece helada, de madera, mecánica., Movimientos espontáneos disminuidos y escasez de ademanes expresivos: no usa las manos para expresarse, permanece inmóvil y sentado..., Escaso contacto visual: puede rehuir mirar a los demás, permanece con la mirada extraviada, Incongruencia afectiva: el afecto expresado es inapropiado. Sonríe cuando se habla de temas serios. Risa tonta, Ausencia de inflexiones vocales: el habla tiene una calidad monótona y las palabras importantes no están enfatizadas por medio de cambios de tono de voz o volumen.
Episodios psicóticos A la repentina aparición de síntomas psicóticos severos se atribuye el nombre de episodio psicótico agudo. La ‘psicosis’ es un estado mental que implica alucinaciones (alteraciones de percepción) y/o delirios (creencias personales falsas, pero al mismo tiempo muy arraigadas, consecuencia de la incapacidad para diferenciar entre las experiencias reales y las irreales). Los síntomas negativos de la esquizofrenia, tales como el aislamiento social o el retraimiento, o la forma inusual de hablar, pensar o comportarse, podrían ser menos evidentes que los síntomas positivos, y pueden preceder, concurrir al mismo tiempo o después de los síntomas psicóticos positivos.
Durante un episodio psicótico, las personas con esquizofrenia no pueden pensar de forma lógica, y pueden perder toda conciencia de quiénes son ellas y las demás personas. Para una persona con esquizofrenia, las tareas cotidianas como pensar con claridad, controlar las emociones, tomar decisiones y relacionarse con otros, se hacen cada vez más difíciles. La gravedad de los síntomas y los perfiles crónicos y duraderos de la enfermedad suelen conducir a un alto nivel de discapacidad.
Los síntomas de la enfermedad suelen variar con el tiempo, empeorando durante los períodos de recaída y mejorando durante los períodos de estabilidad. Algunas personas tienen solamente un episodio psicótico; otras tienen muchos episodios durante toda su vida, pero llevan una vida relativamente normal entre cada uno de ellos, pareciendo estables y emocionalmente sanas. Sin embargo, los individuos con esquizofrenia “crónica”, o un perfil continuo y recurrente de la enfermedad, a menudo no recuperan del todo un funcionamiento normal y es característico que requieran un tratamiento de larga duración, incluyendo, por lo general, medicación para controlar los síntomas.
Los diarios y los medios de comunicación relacionados con el mundo del espectáculo tienden a vincular las enfermedades mentales con las conductas violentas. Sin embargo, excepto en el caso de los individuos con un historial de violencia antes de caer enfermos, y aquellos con problemas de abuso del alcohol u otras substancias, los que padecen esquizofrenia no son especialmente propensos a la violencia. La mayoría de los individuos esquizofrénicos no son violentos; más bien tienden al retraimiento y prefieren que se les dejen solos. El abuso de ciertas substancias aumenta el riesgo de violencia en las personas con esquizofrenia pero también en personas que no padecen enfermedad mental alguna. Las personas con síntomas paranoicos y psicóticos, que pueden empeorar si se interrumpe la medicación, también pueden correr alto riesgo de presentar comportamiento violento. Cuando se producen episodios violentos, lo más frecuente es que vayan dirigidos a los familiares y amigos, y la mayoría tienen lugar en el hogar. El suicidio es un peligro serio entre las personas que tienen esquizofrenia. Si un individuo intenta cometer suicidio o amenaza con que va a hacerlo, se debe buscar inmediatamente ayuda profesional.
Las personas con esquizofrenia tienen un mayor índice de suicidio que la población en general. Aproximadamente el 10% de las personas con esquizofrenia (especialmente los varones adultos jóvenes) se suicidan. Desafortunadamente, puede ser muy difícil predecir las probabilidades de suicidio en las personas con esquizofrenia.
Tipos de esquizofrenia
• Esquizofrenia paranoide: se caracteriza por el predominio de ideas delirantes y alucinaciones, sobre todo auditivas. Los delirios y las alucinaciones a veces constituyen una unidad. Es la más frecuente, suele iniciarse entre los 20 y 30 años y es la que mejor evoluciona a pesar de la aparatosidad del cuadro.
• Esquizofrenia catatónica: predomina el trastorno del movimiento o movimientos motores. Los expertos hablan de “estupor catatónico”. A pesar de tener la conciencia despierta, el enfermo no reacciona a los intentos de entrar en contacto con él. Su rostro permanece inmóvil e inexpresivo, no se percibe ningún movimiento interior e incluso fuertes estímulos de dolor pueden no provocar reacción alguna. En los casos más graves pueden llegar a no hablar, ni comer, ni beber durante periodos lo suficientemente largos como para que peligre su vida. Sin embargo en el interior del enfermo puede haber verdaderas tormentas de sentimientos, que a menudo solo se manifiestan en una aceleración del pulso. También se dan repetición constantes del mismo movimiento (automatismos) y muecas. Los cuadros de extrema gravedad, en los que el enfermo por ejemplo se mantiene sobre una pierna durante unas semanas, solo se observa muy raras veces gracias a las posibilidades actuales del tratamiento. Sólo ocurren cuando nadie se ocupa del enfermo o cuando el tratamiento no es eficaz. El pronóstico para este tipo de esquizofrenia suele ser malo.
• Esquizofrenia desorganizada o hebefrenica: predomina un afecto absurdo, no apropiado(se suelen reír cuando se les da una mala noticia, las conductas suelen ser infantiles, el estado de humor es absurdo, existe desinhibición en los sentimientos. Suelen tener comportamientos extraños, como reír sin motivo aparente y realizar muecas. A menudo muestran falta de interés y de participación. Hay casos en los que se manifiestan alucinaciones y delirios, aunque esto no es una condición ecuánime en este tipo de esquizofrenia la mayoría de los casos los brotes no son claramente delimitables. Suele comenzar en edades tempranas como es la pubertad, por eso reciben el nombre de esquizofrenias juveniles e incluso hay casos en los que la enfermedad viene de la infancia (psicosis infantil). Los desarrollos hebéfrenicos lentos y desapercibidos por presentar pocos síntomas se califican como esquizofrenia simple. Por la ausencia de síntomas es difícil de reconocerla, (los indicios suelen ser el descuido personal, conductas solitarias...). El pronóstico suele ser desfavorable en comparación con las otras esquizofrenias, debido a la personalidad inmadura del enfermo.
• Esquizofrenia indiferenciada: es un tipo de esquizofrenia en la cual no predomina un síntoma concreto para el diagnóstico, es como la mezcla de las anteriores.
• Esquizofrenia residual: en estos casos debe haber habido, por lo menos, un episodio de esquizofrenia anteriormente, pero en el momento actual no hay síntomas psicóticos importantes. Es la fase en la que los síntomas negativos son más evidentes. No se manifiesta en todos los enfermos.



Alzheimer
Al igual que los músculos del cuerpo, si la mente no se ejercita se deteriora. Lo que puede llevar a padecer ciertas demencias en la edad adulta. Una de estas y la más conocida es la enfermedad de Alzheimer, comenta el doctor Lagunés, Psiquíatra del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente”. Es una enfermedad degenerativa del cerebro, que tiene distintas etapas y presenta los primeros síntomas entre los 50 y 60 años de edad. En una primera etapa el paciente manifiesta olvidos frecuentes, por ejemplo, nombres de personas, objetos, acciones que realizó en horas anteriores. Son los llamados olvidos recientes, y que por desgracia muchos toman como propios de la edad adulta y no les dan la importancia debida.
Causas
Es difícil determinar quién va a desarrollar la enfermedad de Alzheimer, puesto que se trata de una alteración compleja, de causa desconocida, en la que, al parecer, intervienen múltiples factores. He aquí algunos de los elementos que pueden aumentar las probabilidades de padecer esta patología.



Edad: suele afectar a los mayores de 60-65 años, pero también se han dado casos entre menores de 40. La edad media de diagnóstico se sitúa en los 80, puesto que se considera que el mal de Alzheimer es una enfermedad favorecida por la edad.
• Sexo: las mujeres lo padecen con más frecuencia, probablemente, porque viven más tiempo.
• Razas: afecta por igual a todas las razas.
• Herencia familiar: la enfermedad de Alzheimer familiar, una variante de la patología que se transmite genéticamente, supone el 1 por ciento de todos los casos. No obstante, se estima que un 40 por ciento de los pacientes con EA presentan antecedentes familiares.
• Factor genético: varias mutaciones en el gen de la proteína precursora de amiloide (APP), o en el de las presenilinas 1 y 2. También podría asociarse con mutaciones en el gen de la apolipoproteína E (ApoE). Esta proteína está implicada en el transporte y eliminación del colesterol. estas investigaciones, la nicastrina activaría la producción del amiloide beta.
• Factores medioambientales: El tabaco se ha mostrado como un claro factor de riesgo de la patología, al igual que las dietas grasas. Por otra parte, pertenecer a una familia numerosa también parece influir en el riesgo de Alzheimer.
Síntomas
En un principio, surgen pequeñas e imperceptibles pérdidas de memoria, pero con el paso del tiempo, esta deficiencia se hace cada vez más notoria e incapacitante para el afectado, que tendrá problemas para realizar tareas cotidianas y simples, y también, otras más intelectuales, tales como hablar, comprender, leer, o escribir. Dependiendo de la etapa en que se encuentre el paciente, los síntomas son diferentes:
• Estadio Leve: El daño de la enfermedad todavía pasa desapercibido, tanto para el paciente, como para los familiares. El enfermo olvida pequeñas cosas, como dónde ha puesto las llaves, o tiene alguna dificultad para encontrar una palabra. En esta etapa todavía puede trabajar o conducir un coche, aunque es posible que empiece a experimentar falta de espontaneidad, de iniciativa y ciertos rasgos depresivos. La capacidad de juicio se reduce y tiene dificultad para resolver nuevas situaciones y organizar actividades. Pueden aparecer signos de apatía y aislamiento y cambios de humor.
• Estadio Moderado: La enfermedad ya resulta evidente para familia y allegados. El paciente presenta dificultades para efectuar tareas como hacer la compra, seguir un programa de televisión, o planear una cena. Ya no es sólo una pérdida de memoria, sino también de capacidad de razonamiento y comprensión. En esta etapa, el deterioro avanza con bastante rapidez y los afectados pueden llegar a perderse en lugares familiares. Además se muestran visiblemente apáticos y deprimidos.
• Estadio Grave: Todas las áreas relacionadas con la función cognitiva del paciente se encuentran afectadas. Pierde la capacidad para hablar correctamente, o repite frases inconexas una y otra vez. No puede reconocer a sus familiares y amigos; ni siquiera se reconocen a ellos mismos ante un espejo. La desorientación es constante. Los pacientes más graves se olvidan de andar y sentarse y, en general, pierden el control sobre sus funciones orgánicas. Se olvidad de hechos recientes y lejanos. Permanecen horas inmóviles sin actividad, y generalmente no pueden andar. Dejan de ser individuos autónomos y necesitan que les alimenten y les cuiden. Gritan, lloran o ríen sin motivo y no comprenden cuando les hablan. En su etapa más grave surgen rigideces y contracturas en flexión, permanecen en mutismo y pueden llegar a presentar trastornos deglutorios. Muchos de ellos acaban en estado vegetativo.
Síntomas neurológicos
La enfermedad de Alzheimer afecta a la memoria en sus diferentes tipos. Estos son los deterioros sufridos:
• Pérdida de memoria a corto plazo: incapacidad para retener nueva información.
• Pérdida de memoria a largo plazo: incapacidad para recordar información personal como el cumpleaños o la profesión.
• Alteración en la capacidad de razonamiento.
• Afasia: pérdida de vocabulario o incomprensión ante palabras comunes.
• Apraxia: descontrol sobre los propios músculos, por ejemplo, incapacidad para abotonarse una camisa.
• Pérdida de capacidad espacial: desorientación, incluso en lugares conocidos.
• Cambios de carácter: irritabilidad, confusión, apatía, decaimiento, falta de iniciativa y espontaneidad.
Prevención
Las recomendaciones de los expertos se centran fundamentalmente en dos puntos clave: detección precoz de los primeros síntomas, y ejercitar la memoria y la función intelectual. Además, mantener una dieta equilibrada, baja en grasas, protege frente al deterioro cognitivo, además, la vitamina E ejerce un efecto protector. El ejercicio de la memoria y de la actividad intelectual no tiene por qué ir parejo al nivel de educación o cultural de la persona. La Prueba de los Siete Minutos se utiliza para la detección precoz de la enfermedad, e indaga en las zonas que con más frecuencia aparecen alteradas en el mal de Alzheimer: la orientación, memoria, percepción visual y lenguaje. La prueba se divide en varias áreas:
• Orientación: Pide a la persona de la que sospecha estar afectada, que identifique en que día, mes y año se encuentra. El grado menor de error es confundirse en el día de la semana o el día del mes, el mayor, una confusión en el mes o el año.
• Memoria: El sujeto observado tiene que identificar 16 figuras presentes en 4 láminas de imágenes diferentes. Debe indicar qué tipo de objeto o figura ha de buscar. Cuando haya identificado correctamente el objeto, se guarda la lámina y se saca otra, sobre la que se pregunta otro objeto. Al identificar las 16 figuras, se le hace descansar, pensar en otra cosa y después, se le pide que repita las 16 figuras y objetos identificados que pueda recordar.
• Percepción visual: pide el dibujo de un reloj, con las manecillas marcando las cuatro menos veinte. Valora el resultado, según la corrección del dibujo.
• Lenguaje: Para evaluar la fluidez oral, tiene que nombrar todos los animales que pueda en un minuto.
Autismo
Es una compleja discapacidad del desarrollo que aparece normalmente durante los tres primeros años de vida. Es resultado de un desorden neurológico que afecta el funcionamiento del cerebro, impacta el desarrollo normal en las áreas de la interacción social y las habilidades de comunicación. Se estima que el autismo y sus comportamientos asociados ocurren aproximadamente en una de cada 500 personas. Es cuatro veces más común en niños que en niñas. (Sociedad Americana de Autismo: http://www.autismo.org.mx/autismo1.htm).
Cada niño con autismo es diferente uno de otro, sin embargo se han establecido algunos comportamientos muy similares, tales como:
• Lenguaje poco o nulo, o bien pierde el habla.
• Ecolalia, repite lo mismo o lo que oye (frases o palabras).
• Actúa como si fuera sordo, pero no soporta ciertos sonidos o luces muy fuertes como por ejemplo, la licuadora o el microondas.
• No mira directamente a los ojos.
• Se obsesiona con los objetos sin razón alguna.
• No muestra ningún interés por los juguetes y/ o no los usa adecuadamente.
• Tiende a reunir objetos o los pone en línea.
• Muestra total desinterés por su entorno y en las relaciones sociales con los demás.
• No responde a su nombre.
• No obedece ni sigue instrucciones.
• Cuando quiere algo, no lo pide, toma la mano de alguien dirigiéndola a lo que desea.
• Rechaza el contacto físico. No le gusta que lo toquen o carguen.
• Aleteo de manos (como si intentara volar) en forma rítmica y constante.
• Gira o se mece sobre sí mismo.
• Se queda quieto observando un punto como si estuviera hipnotizado.
• Camina de puntitas (como ballet).
• Puede ser un niño hiperactivo (muy inquieto) o pasivo (demasiado quieto).
• Muestra agresividad y/o puede ser en ocasiones auto agresivo (se golpea a sí mismo).
• Tiene una gran obsesión por el orden y la rutina, rechaza los cambios.
• Se enoja mucho y hace rabietas sin razón aparente o porque no obtuvo algo.
• Sonríe sin razón aparente (como si viera fantasmas).
• En ocasiones, estos niños, además de ser autistas, tienen algún otro trastorno del desarrollo (retraso mental, motriz, Síndrome de Down, etc.)
• Solo un pequeño segmento de niños con autismo, llega a mostrar alto grado de inteligencia; su falta de aprendizaje se hace evidente, debido precisamente a su pobre o nula comunicación.
Trastornos alimenticios
Se caracterizan por la falta de nutrientes que requiere el cuerpo para su adecuado funcionamiento. Están asociados con alteraciones psicológicas graves que provocan cambios en el comportamiento de la conducta emocional y una estigmatización del cuerpo. Dichos trastornos son, entre otros, la anorexia y la bulimia. (Secretaría de Salud).
También conocidos como psicopatología alimentaria, son alteraciones de los hábitos alimenticios comunes que llevan al desarrollo de enfermedades causadas por ansiedad y por una preocupación excesiva con relación al peso corporal y al aspecto físico.
Por lo general este problema afectaba casi solamente a mujeres, pero en la actualidad, muchos jóvenes varones, también las están desarrollando, con el fin de tener un mejor cuerpo, combinando estos problemas con el ejercicio físico excesivo o vigorexia, dejando de alimentarse sanamente para formar músculos a través del consumo de esteroides y proteínas sintéticas.
Las personas que los padecen dan una especial importancia a los alimentos, alrededor de los cuales giran todos sus pensamientos, sentimientos, sueños, ideales y problemas, haciéndose hiperdependientes de esas ideas y desarrollando un trastorno de identidad a partir de la enfermedad.
Las conductas desarrolladas pueden alterarse o no voluntariamente, y para ello están involucrados múltiples factores personales, familiares y sociales, en los que el nivel de autoestima, las comparaciones constantes entre amigos y familiares, la presión de los medios de comunicación con relación a la moda y la “belleza” y el miedo a tener sobre peso, hace que quienes los padecen pierdan el sentido de la realidad, sometiéndose a dietas y hábitos que ponen en gran riesgo la vida y la salud integral.
Por lo general, el padecer algún tipo de trastorno alimentario va más allá de los síntomas particulares de cualquiera de sus manifestaciones, ya que son acompañadas por un marcado aislamiento de la persona, cansancio excesivo, sueño, irritabilidad, conductas violentas, agresión hacia personas conocidas miembros de familia, autoagresión al no aceptarse , vergüenza, culpa y depresión.
Son varios los factores que predisponen el desarrollo de algún trastorno de la alimentación, pues las psicopatologías alimentarias son provocadas por múltiples factores que pueden hacer que una persona sea vulnerable a desarrollarlo que otras.
Entre los trastornos de la alimentación más frecuentes, están la bulimia, trastorno que permite comer para después utilizar métodos para eliminar rápidamente los alimentos del cuerpo, la anorexia nerviosa o “falta de apetito”, la ortorexia, o sea la obsesión por la “comida sana”, la permarexia o miedo a los alimentos, y otros más.
También entre los trastornos alimenticios de otro tipo están: los comedores compulsivos y la pica.
Los trastornos alimentarios no afectan únicamente a la manera de comer, ya que en realidad, se desarrollan como resultado de problemas de la percepción y por la forma en que una persona se ve a sí misma y en relación con su mundo.
Entre los factores personales que pueden influir en las conductas alimentarias, están:
La edad, ya que por lo general se desarrollan durante la pubertad en caso de las mujeres y en la adolescencia en los hombres,
aunque se han presentado casos desde niñas de 6 años en adelante.
El padecer sobre pero u obesidad durante la infancia, lo que ocasionó burlas entre los amigos o adultos.
No aceptarse como persona, y tener determinados rasgos de carácter.
Tener tendencias depresivas o sufrir trastornos de ansiedad, así como ciertos trastornos de personalidad como las conductas impulsivas, compulsivas.
Haber elegido alguna afición o carrera que conceda gran importancia al peso como el moblaje, el atletismo, el físico culturismo, la danza y la equitación entre otras.
Ser perfeccionista y exageradamente autocrítico, con autoexigencias demedidas y rígidas.
Tener una baja autoestima, personalidad depresiva, sensibilidad extrema y temor de enfrentar situaciones y conflictos.
Entre los factores familiares y ambientales que favorecen o predisponen la aparición de una psicopatología alimentaria están:
Tener familiares obesos o que padezcan algún desorden alimentario.
Tener antecedentes familiares de trastornos depresivos, obsesivos o alcoholismo.
Tener antecedentes de abuso sexual.
Convivir con personas que dan mucha importancia al peso y a la apariencia física.
Tener perjuicios y mala interpretación de los valores.
Los antecedentes de obesidad o trastornos alimenticios son un factor predisponente importante. La mayoría de los casos de psicopatologías suelen darse porque algún familiar haya padecido trastornos u obesidad; las personas con bulimia son las que tienen mayor probabilidad de tener familiares obesos.
Entre los factores socioculturales, se pueden mencionar:
La presión social y mediática que existe alrededor de la figura y del adelgazamiento, ya que la moda y la publicidad incitan más a adelgazar que a mantener una buena salud.
La discriminación y burla hacia los obesos en todos los ámbitos de la vida social, escuela, trabajos, amigos, y hasta por los problemas que se generan en centros recreativos, transportes públicos y de diversión por que los lugares no están adaptados para personas con sobre peso.
La difusión a través de revistas y páginas de Internet pro-anorexia.
La inadecuado manejo de campañas contra la obesidad estipuladas por las secretarías de salud a favor de tener una mejor calidad de vida, y manejando que para ello, se debe conservar una figura delgada, lo que ha motivado una serie de dietas milagrosas y mágicas que en lugar de ayudar ponen en riesgo la salud.
La delgadez, que se asocia, de algún modo, con belleza, elegancia, prestigio, juventud y aceptación social.
Pueden existir detonantes diversos, como puede ser un abuso sexual, un aborto, los comentarios de alguna amiga o hasta una fiesta próxima en donde se tratará de lucir un vestido, las constantes presiones y críticas familiares y otros más.
Trastorno obsesivo compulsivo
Es considerado un trastorno de ansiedad. Se caracteriza por obsesiones, ideas, pensamientos intrusivos o imágenes que generan ansiedad, la cual se calma momentáneamente con actos compulsivos. En los adolescentes o adultos hay un reconocimiento de la exageración e irracionalidad, tanto de sus obsesiones como de sus compulsiones, pero no pueden evitarlas. Por ese motivo mantienen sus síntomas en secreto por años, que retrasan de este modo tanto el diagnóstico como el tratamiento. (Gaceta Biomédicas, Instituto de Investigaciones Biomédicas UNAM).
Se definen a las obsesiones como:
• Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes (por ej. pensamientos sobre la muerte, impulso de querer matar a un ser querido, imágenes repugnantes) que se experimentan como intrusos, no deseados e inapropiados y causan ansiedad o malestar significativos
• Los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real
• La persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos
• La persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes obsesivos son el producto de su propia mente
Se definen a las compulsiones como:
• Comportamientos (por ej. lavado de manos, puesta en orden de objetos, comprobar si las puertas o ventanas están cerradas) o actos mentales (por ej. contar o repetir palabras en silencio) de carácter repetitivo, que el individuo se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión o de acuerdo a ciertas reglas que debe seguir estrictamente
• El objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la prevención o reducción del malestar (en general ansiedad o angustia) o la prevención de algún acontecimiento negativo, sin embargo estos comportamientos u operaciones mentales no están relacionados en forma realista con aquello que pretenden neutralizar (o prevenir) o resultan claramente excesivos
Este trastorno se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones, excesivas e irracionales, que provocan un malestar significativo, representan una pérdida de tiempo (toman más de una hora por día) o interfieren marcadamente con la rutina diaria del individuo, sus relaciones laborales (o académicas) o su vida social y familiar.
Existe una estrecha relación entre el Trastorno obsesivo-compulsivo y la Depresión. Estos cuadros suelen hallarse asociados muy frecuentemente. Asimismo la dificultad en tomar decisiones (indecisión constante) que acompaña a este trastorno dificulta el normal desenvolvimiento del individuo.
Una persona con TOC tiene conductas obsesivas y compulsivas que son lo suficientemente extremas como para interferir con la vida diaria. No se deben confundir personas con TOC con un grupo mucho más grande de individuos que a veces son llamados “obsesivos” porque tienen un nivel alto de desempeño y son perfeccionistas y muy organizados en su trabajo y aún en sus actividades de recreo. Este tipo de “obsesividad” muchas veces sirve un propósito valioso al contribuir al autoestima de la persona y su éxito en el trabajo. En este aspecto, difiere de las obsesiones y rituales, pensamientos y conductas que alteran severamente la calidad de vida de la persona con TOC.
Los individuos que padecen TOC muchas veces tratan de ocultar su trastorno en lugar de conseguir ayuda. Muchas veces logran ocultar sus síntomas obsesivos-compulsivos de sus amigos o colegas. Una consecuencia desafortunada de este secreto es que personas con TOC por lo general no reciben ayuda profesional hasta años después del comienzo de su enfermedad. Llegado a ese punto, pueden haber aprendido a manejar sus vidas -- y la vida de sus familiares -- en torno a estos rituales.
Tratamiento
Las investigaciones clínicas han provisto información que ha llevado a tratamientos tanto farmacológicos como conductistas que pueden beneficiar a la persona con TOC. Un paciente puede beneficiarse significativamente con Terapia Cognitiva y/o Conductista mientras que otro puede beneficiarse con Farmacoterapia. Sin embargo, el tratamiento combinado de Psicoterapia y Medicación es el más efectivo. Algunos pacientes pueden empezar con medicación para ganar control sobre sus síntomas y entonces continuar con psicoterapia. Cuál terapia es la más adecuada para capa paciente en particular es parte del “arte de curar”.







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