Reporte Imponderable

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domingo, 23 de mayo de 2010

Poco a poco, nos vamos a la quiebra

El robo hormiga se asocia con la necesidad compulsiva de robar, llamada Cleptomanía, que es definida por la Real Academia de la Lengua Española, como la propensión morbosa al hurto.

Se refiere a que no es un asalto, sino que es un robo que satisface una necesidad, incluso se asegura que si el robo no representa un peligro o una posibilidad de ser atrapado, no es atractivo para el cleptómano y no lo realizará.

  • El robo hormiga y sus principales consecuencias

El Robo Hormiga, es un concepto manejado en diferentes comercios, ya sean tiendas departamentales o pequeñas y medianas empresas, al que se atribuyen pérdidas millonarias. El arte en esta técnica, consiste en consumir o sacar cosas de una tienda sin pagarlas, usualmente son cosas pequeñas que varían en sus costos.

Expertos como Wolfram Berglet Bornemann, aseguran que esta práctica genera más pérdidas en un negocio, que un asalto a mano armada, ya que éste es poco repetitivo y sólo se carga con dinero en efectivo, mientras que el Robo Hormiga, se produce hasta cientos de veces en un solo día en tiendas departamentales, y puede ser tan recurrente como un hábito al realizar las compras.

Esta práctica es tan común que mucha gente ni cuenta da de lo realizado, es decir, ¿cuántas personas no han tomado una bolsa de un producto indistinto para pagarlo al final y terminan por olvidarlo? Es ahora cuando usted debería decir <<>>, y quejarse de los jóvenes delincuentes del México de hoy, pero hay mucho más detrás de lo que podemos percibir.

El Robo Hormiga, sus fundamentos y sus principales consecuencias, tienen perspectivas diferentes de acuerdo a determinada tienda, los centros comerciales de renombre tratan de evitar hasta la menor pérdida y gastan en promedio, hasta el dos por ciento del ingreso bruto en la detección y prevención de esta clase de delitos.

Empleados de la cadena comercial Bodega Aurrera, afirman que esta clase de robo es tan común que han hecho lo posible por evitarla, pero no es posible controlar todos los casos de esta índole.

En particular, esta tienda optó por el silencio ya que al enfrentar al gerente general de una de sus sucursales, él mismo nos canalizó con el Supervisor de Prevención de Delitos, quien de inmediato y antes de cualquier pregunta, afirmó que esa clase de información es confidencial y va en contra de las políticas de la compañía el revelarla, por lo que fui víctima de un constante acoso al fingir realizar una compra en busca de información.

Afortunadamente siempre hay una fuente que consultar, y la Jefa de Cajas y Apoyo en Gerencia, Miriam Mora, de la cadena comercial Organización Soriana, fue el empujón de todo buen trabajo.

La trabajadora y madre de familia, aseguró estar informada sobre el concepto, y lo calificó como “uno de los daños más grandes a las tiendas de autoservicio”.

Es en la sucursal ubicada en la Unidad CTM Atzacoalco, donde Miriam desempeña sus labores y en la que afirma, “este problema se da con mucha regularidad”, el sistema de vigilancia consiste en vigilancia a través de cámaras de vigilancia posicionadas con el afán de cubrir toda la tienda, y los puntos ciegos, son vigilados por todos los trabajadores en general.

“Cuando el robo hormiga es detectado, se trata de disuadir siguiendo al autor del delito en todo su recorrido hasta la caja, en todo caso de que el cliente cruce el área de cajas con el producto, se considera robo y la persona es remitida a las autoridades correspondientes”

En este caso cualquier persona que sea sorprendida incurriendo en esta práctica, será consignada a las autoridades para recibir el castigo dictado por la ley, ya sea un menor de edad, o un adulto por la razón que tenga, ya que, como dijo nuestra entrevistada, “nada justifica el robo y abusar del trabajo honrado de los demás”.



La cadena comercial “Organización Soriana”, es una empresa mexicana perteneciente al empresario lagunera, Ricardo Martín Bringas, fundada por Francisco y Armando Martín Borque en 1968 en Torreón, Coahuila.

Actualmente cuenta con 465 sucursales en 31 entidades y el Distrito Federal, y sus tiendas están divididas en cinco formatos, Soriana (dividido a su vez en Hipermercado e Hipermercado Plus), Club de Precios City Club, Soriana Mercado, Soriana Super, y Super City.

Pero este problema se extiende a negocios mucho más pequeños, recauderías, tiendas de abarrotes, y básicamente, cualquier negocio que muestre sus productos al público.

A este giro de negocios, se les conoce como las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMEs), en el cual la plantilla de trabajadores no sobrepasa los 250 empleados de base y honorarios, los impuestos se deducen de manera particular por generar empleos para la sociedad.

El volumen de venta de manera anual, debe ser inferior a los 32 millones de dólares, (lo que por supuesto no es ningún problema para los abarrotes de la esquina), y dentro de una Pyme no puede participar otra organización en más del 25% dentro de su capital accionario.

Así la mayoría de las “tienditas de la esquina” entran en esta clasificación, pero antes hay que dar de alta a la empresa en el Sistema de Administración Tributaria (SAT), realizando el trámite de forma muy rápida y práctica, se hace una cita en la página del SAT, http://www.sat.gob.mx/, o llamando al número 01 800 463 6728, para acordar la cita en las oficinas ubicadas en distintos puntos de la capital, en la que se presume tardarás más en decidir el nombre de tu empresa que en salir dado de alta.

En este caso eso es lo menos importante, porque ya sea dado de alta o no, el robo continúa, y es una merma de gran consideración, las pérdidas se reflejan en los productos y en la productividad del negocio, aunque Jesús Andrade, pequeño empresario, afirma que la pérdida no es tan importante para él en lo económico, sino que le preocupa más la sociedad y los términos de ésta.

Es dueño de una papelería y una confitería, de al cual nos pidió discreción sobre su ubicación, por razones personales.

“El robo hormiga es una de las mermas de mayor consideración en la producción de cualquier negocio, en mi caso, no lo considero como un problema grande en lo económico, pero sí en la sociedad, porque te das cuenta que son niños muy pequeños los que realizan esto, al menso en mi negocio así es”. Comentó el empresario.

“Niños de seis hasta doce años, que se forman el hábito de tomar prestado sin preguntar, ¿no? - Bromea Jesús Andrade – pero lo que me preocupa es que muchas veces son solapados por sus padres, que te piden algo como un distractor para que el niño pueda tomar algo de los estantes”.

El común en el pensamiento de varios comerciantes, según Jesús, es que los jóvenes que incurren en esta práctica, y que son protegidos e incluso instruidos por los padres, forman una carrera en la delincuencia que los lleva a cometer actos criminales cada vez más grandes.

“Por ejemplo, hace un mes un chavo puso un internet aquí cerca y no duro ni un mes, cuando lo asaltaron y aparte de que se llevaron todo lo que tenía, le dieron un disparo en la pierna, estas injusticias viene desde la educación y los valores que se inculcan en la casa, y que tratas de reglas en la sociedad que está cerca a ti”. Asegura Jesús Andrade.

Este tipo de robos, es casi inevitable, ya que la mayoría de los negocios, con el incremento de la delincuencia, han cercado su tienda, hasta el punto en que las rejas están tan intrincadas que es todo un ritual el conseguir un producto y que, según Jesús Andrade, incomoda tanto al cliente como al vendedor, “a nadie le gusta estar encerrado”.

“En mi negocio, dejo cosas fuera de la reja, porque si no exhibes el producto la gente simplemente no lo compra, porque no sabe de su existencia. En cambio ves un dulce a la mano, es muy probable que quieras probarlo y te lo lleves, ¿te das cuenta?, es un arma de doble filo, si no exhibes tu mercancía no tienes pérdidas, pero tampoco tienes venta, así que hay que arriesgarse y llevar un control de tu tienda, conocerla y saberte tu chamba”.

La pena por el denominado Robo Hormiga y que se procesa como robo simple oscila entre los 3 y 12 años de cárcel, en el caso de ser una persona mayor de edad, y para un menor, depende de la corte que lo juzgue pero será sancionado de 6 a 12 meses de servicio comunitario y trabajo social, y no deberá ser privado de su libertad.

“En mi caso, si descubro a un niño que gusta de lo ajeno, no llamo a la patrulla porque lo más que hacen es darle un paseo y soltarlo más adelante con un regaño y un susto, en cambio, yo lo tengo aquí y llamo a sus padres, hasta que vienen y les comento el porqué de mi decisión, siempre cooperan y los perdono sólo si vienen a ayudarme en la tienda a barrer y cosas fáciles, por dos semanas, esto rinde mejores resultados porque de la otra forma sólo fomentamos las facilidades de la vida bandida”. Culminó Jesús.

Para todos los cleptómanos que se dediquen a esta forma de robo, sólo queda recordar que lo que hacen es un delito, y la realización rutinaria puede generar desórdenes mentales como la cleptofilia (placer sexual en el robo), que resultan muy difíciles de corregir, y que muchas veces terminan en casos tan curiosos que es mejor evitarlos con un regaño y un jalón de orejas en el momento correcto.

Como la fábula de Jean de la Fontaine, es mejor trabajar como hormiga para el invierno que incurrir en esta práctica que ha llevado a la banca rota a muchas empresas y que desvaloriza a la sociedad en general.


El robo hormiga se asocia con la necesidad compulsiva de robar, llamada Cleptomanía, que es definida por la Real Academia de la Lengua Española, como la propensión morbosa al hurto.

Se refiere a que no es un asalto, sino que es un robo que satisface una necesidad, incluso se asegura que si el robo no representa un peligro o una posibilidad de ser atrapado, no es atractivo para el cleptómano y no lo realizará.

Este mal afecta a cualquier persona, no es necesario pertenecer a ninguna escala social para ser más propenso a la misma, algunos ejemplos de ello son los famosos, en algunos casos millonarios, que incurren en esta práctica y que han sido descubiertos y expuestos a la luz pública para su pesar:

· Lindsay Lohan.

El jueves 8 de mayo del 2008, la actriz Lindsay Lohan, fue acusada de tomar un abrigo de visón valorado en 11’000 dólares, de una fiesta en Manhattan a principios del año, el abrigo pertenecía a Masha Markova, quien al igual que Lindsey, se encontraba en la fiesta; unas semanas después del incidente, la estudiante de 22 años de edad, aseguró ver su abrigo en una revista, en la que posaba Lohan, tras una investigación y la falta de una respuesta por parte del abogado de Lohan, el abrigo fue devuelto a su dueña original en un paquete sin remitente. Esto no tendría tal relevancia de no ser porque, el dieciséis de junio de 2009, la actriz estadounidense, fue interrogada por autoridades británicas a causa de la desaparición de unas joyas valoradas en 250 mil libras, las cuales portó en una sesión fotográfica para la revista Elle en los estudios Big Sky en Islington al norte de Londres, diez días antes del interrogatorio, si bien no se le culpó por lo mismo, las joyas no fueron encontradas, y las sospechas aun deambulan a su rededor.

· Winona Ryder.

La actriz estadounidense fue juzgada y procesada por robo en segundo grado y vandalismo en noviembre del 2002, tras efectuar un robo en una lujosa tienda departamental en Los Ángeles, California, la actriz llevaba consigo objetos y mercancía con un costo mayor a los 5000 dólares cuando fue atrapada, por lo que cumplió con una condena de tres años de libertad condicional y el pago de 6,355 dólares por el material sustraído mas 1000 dólares a la corte; pero eso no es todo, su último tropezón fue el 25 de marzo de 2008, cuando fue capturada al salir de una tienda de cosméticos con varios de ellos sin pagar, la actriz fue descubierta cuando, al salir de la tienda, la alarma contra robo se activó y al revisar sus pertenencias encontraron algunos artículos que no había pagado, la protagonista de El hombre manos de tijera, sólo pudo decir en su defensa, “no sé cómo pasó”.

· ¡¡¡Megan Fox!!!

La protagonista de las taquilleras cintas de Transformers, y sex simbol, Megan Fox, está vetada a entrar en cualquier tienda Wal-Mart por una detención en la sucursal de su ciudad natal en Florida, “la mujer más sexy del mundo” tomó un brillo labial con un costo de 7 dólares, que por supuesto podía pagar, al ser detenida por las autoridades de la tienda y mostrarle el video de las cámaras de seguridad, la actriz comenzó a llorar y fue puesta en libertad con la condición de que no regresara a esa tienda en ninguna de sus sucursales; (al día de hoy se arrepienten de vetarla hace casi diez años).


Así que la próxima vez que pienses en realizar esta acción piénsalo dos veces, porque es algo que quedará en tu historial delictivo de por vida, y más allá, en tu consciencia, y recuerda que como trates a los demás serás tratado.



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